Tengo más de cien apellidos vascos (si, ya sé que el primero de la foto es Fernández). Y otros tantos entre asturianos, andaluces, castellanos, franceses…
.
Hoy mi madrina me ha regalado un precioso álbum con
varias decenas de fotografías y recuerdos antiguos de mi familia vasca.
Una labor encomiable de
muchos años, que para mí supone un auténtico tesoro, aunque sé bien que muchos de mis
primos (somos 34) no mostrarán el más mínimo interés, que cada uno es muy dueño
de elegir y cultivar sus aficiones.
Mi madrina y yo compartimos la pasión por la genealogía, que
me llevó hace ya cinco años a crear en internet el árbol genealógico de mi
familia, que hoy tiene más de 800 personas registradas con nombre, apellidos y
fecha de nacimiento, algunas de las cuales, antepasados directos de 12
generaciones, se remontan a la época de Carlos V.
La página web, si alguno se anima a seguir el ejemplo, es myheritage
Mi padre, que en paz descanse, fue, como muchos empresarios
de su época, un hombre de orden y de libre empresa, que valoró el empuje que
Franco dio a la economía y que, en consecuencia, lloró la muerte del Caudillo y
tenía en su despacho privado una bandeja de plata con el testamento político
del dictador, ese que empezaba: "Españoles, al llegar para mí la hora de
rendir la vida ante el Altísimo y comparecer ante su inapelable
juicio pido a Dios que me acoja benigno a su presencia…".
Mi abuelo, su padre, abrió negocio en Oviedo
en el año 32, procedente de Bilbao. También fue un hombre de orden y de libre
empresa, buen católico, esposo y padre ejemplar y amigo de sus amigos. Lo
que mi padre no sabía, y yo aprendí recientemente, era que, en su juventud, mi
abuelo había militado en las juventudes del PNV, llegando a presidir el
"Batzoki" (para entendernos, la "casa del pueblo" del PNV) del
barrio de Begoña en Bilbao. Ni que su abuelo materno, empresario textil del mítico
barrio de Artecalle, en "las 7 calles", núcleo histórico de Bilbao,fue amigo personal de Sabino Arana y estuvo presente en la cena en el Caserío
de Larrazábal el 3 de junio 1893, donde Arana pronunció el discurso
fundacional del nacionalismo vasco, aunque luego dejara morir esa amistad
porque no compartía sus tesis extremas y racistas.
Mi mujer es hija de un publicista granadino criado en el
protectorado español de Marruecos, el de "El tiempo entre costuras", donde
su padre, el abuelo de mi mujer, ejercía de militar. El publicista casó con una
asturiana, hija de un maestro de Grado, un buen paisano que por circunstancias de la vida hizo la guerra civil primero en un bando y luego en el otro, impidiendo tanto que los "rojos" violaran a monjas como que los "nacionales" soltaran unas bombas en un pueblo por no volver con ellas en el avión. Su hermana militó en el Partido
Comunista y actuó un tiempo de secretaria de Dolores Ibarruri, la
"Pasionaria"; como consecuencia, pasó media vida metida en un
"zulo" escondida por la familia, porque Franco había puesto precio a
su cabeza.
Recuerdo a mis mayores contar que mi tía-bisabuela, que nos
precedió a mi madrina y a mí en el "vicio" de la genealogía, había
investigado la rama de su apellido remontándose hasta el siglo XVII, un trabajo
meritorio en una época en que no existía internet y había que consultar los
archivos parroquiales. Según cuenta la leyenda (falsa, por otra parte, con
arreglo a los indicios disponibles), se detuvo cuando encontró entre sus
ancestros a un pirata que había sido colgado en la plaza pública. "Lo
siguiente va a ser el hijo de un cura", se temía la devota mujer.
Cualquiera que investigue la historia de su familia puede
encontrar historias parecidas. Las nuevas generaciones, que se han criado en
democracia y no saben lo que es la guerra, el anatema ni el odio ideológico
institucionalizado, encontrarán estas "anécdotas" curiosas. Pero son
historia, "son periódicos" para muchos que aún viven. Son nuestras
raíces y, para bien o para mal, han determinado quienes somos. Y conocerlas nos
calienta el corazón, nos vincula con nuestra herencia y nos prepara para lo que
pueda venir.
Muy acertado el pensamiento de saber de dónde vienes y que tus preocuciones y problemas no te pasan solo a ti
ResponderEliminarEs maravilloso mirar hacia atrás y agradecer tu herencia sea cual sea
Al fin y al cabo estamos aquí por ellos y ese pensamiento da vértigo
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Gracias por la visita, May, y por el comentario. Es divertido e instructivo comprobar que, efectivamente, pocas cosas hay nuevas bajo el sol, y que las personas de las que desciendes eran en ciertos sentidos muy distintas y en otros tan parecidas...
ResponderEliminarEntre mis antepasados hay el apellifo Vasco Echalecu
ResponderEliminar,pero no sé su significado
Mi abuelo, era vazco francés se llamaba Johan Iriarte. Se poco de el, no lo conocí. Me pareció interesante y motivador, todo lo expuesto. Gracias
ResponderEliminarHola buenas quisiera saber si el apellido Urzagasti es Vasco ?
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